Cuando el papa eleva a una iglesia a la condición de Basílica Menor le otorga el derecho a lucir en el altar mayor algunos signos de la dignidad papal y la unión con la Santa Sede:
1-La Umbella basilical o canópeo: Es una sombrilla a dos colores, rojo y dorado. La usaban los emperadores de Oriente y también posteriormente servía para proveer de sombra al Romano Pontífice.
Los colores citados son los colores tradicionales del Papa. De hecho, el blanco no comenzó a ser utilizado por la Santa Sede hasta el final de las Guerras Napoleónicas (alrededor del 1800).
El papa Alejandro VI fue el primero en utilizar el canópeo simbólicamente (alrededor del año 1500).
El canópeo es parte del escudo de armas de la Santa Sede en el período de sede vacante, es decir entre dos pontificados.
El canópeo fue utilizado por primera vez como emblema del interregnum en las monedas acuñadas en 1521, entre los pontificados de León X y Adriano VI.
Así mismo el escudo de armas del Cardenal Camarlengo está orlado con las llaves de San Pedro y sobre ellas está el canópeo papal.
Está ubicada en un lateral del presbiterio, generalmente abierta en días de indulgencia, de grandes fiestas o cuando el Papa visita la basílica.
2- El tintinábulo: Es un marco grande y dorado, con la imagen del patrono de la basílica en el centro, colocada en un asta. Posee una o varias campanillas que tintinea (de ahí el nombre), y que suele tocarse para llamar a la gente cuando el Papa se aproxima (si se diera el caso) o en grandes solemnidades litúrgicas. Está ubicado en el lateral opuesto del presbiterio. También abre la marcha en las procesiones públicas, precediendo a la cruz.
En la Edad Media el tintinábulo tenía la función práctica de anunciar al pueblo de Roma de la proximidad del Papa durante las procesiones. Ha quedado como un elemento decorativo, simbólico y de honor.
3- El escudo de armas: Una basílica, al igual que el obispo y la diócesis, posee un escudo de armas. Suele colocarse el escudo de armas y las insignias papales juntos, para destacar la vinculación que la basílica posee con la Santa Sede. Se pueden pintar al fresco en la bóveda de la nave central, y en puertas de ingreso al templo.
El escudo de armas de una basílica menor consiste en un campo de armas timbrado con la umbela basilical. Dentro del campo puede colocarse los símbolos heráldicos de elementos concernientes a la basílica menor, tales como alusivos a la localidad en que está ubicada, la diócesis a la que pertenece, su santo patrono, etc. En términos heráldicos, la umbela es de gules y oro, y su astil y su remate (bola y cruz), de oro.
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